Reseña: El Hombre que Amaba a las Niñas: Correspondencia y retratos de Lewis Carroll

Hace poco hubo en Madrid una exposición sobre Alicia en el País de las Maravillas y algunas de los comentarios que había en las cartelas sobre la vida del autor y su relación con Alice Liddel (la niña real que inspiró a Alicia) me dejaron sospechando. Parecía que todo apuntaba a una posible tendencia pedófila del famoso autor. Desde entonces he estado muy interesada en la vida del autor y me he hecho con este libro, que enseñé en un haul hace nada, para satisfacer mi curiosidad. 

Me encanta la portada, es muy victoriana <3

El hombre que amaba a las niñas es una transcripción de toda la correspondencia privada de Lewis Carroll conservada que sugiere de un modo u otro la pederastia del autor de Alicia. Se incluyen también algunas de las fotografías que el autor tomó de las niñas (vestidas y desnudas) y se completa con un prólogo y un epílogo muy interesantes. 

Es difícil comentar un libro que es un conjunto de cartas y fotografías, así que me centraré sobre todo en el contenido de las cartas y mi opinión sobre el tema de la pederastia. Para empezar, diré que el libro está muy bien maquetado, es muy bonito, tiene información interesante y la traducción y las notas al pié son muy buenas. Se reproducen algunas cartas originales de manera que podemos ver los dibujitos del autor y su manera de escribir.

En cuanto al contenido, la verdad es que las cartas son muy breves y se leen rápido, no se hacen aburridas porque estás constantemente sacando tus propias conclusiones de Lewis Carroll. Yo me leí el libro en un día y medio. Hay citas intercaladas de Alicia en el País de las Maravillas que a veces te hacen replantearte el sentido del libro para niños. 

Como dije en mi reseña de Goodreads, yo no puedo saber si Lewis Carroll hizo algo censurable con las niñas o no. Sin embargo, tengo mis sospechas y mi propia opinión al respecto. Tanto si crees en la inocencia de autor como si no, yo no me trago eso de que a él sólo le interesaba el espíritu de la niñez. Para empezar, en su testamento mandó quemar muchas de sus cartas y documentos que no conservamos hoy. Sobre lo que quedaba, la familia hizo una segunda quema y reescribió la historia y diarios del autor para que fueran más apropiados. Si estas cartas son lo que la familia ha permitido que la gente lea, no me quiero imaginar cómo sería lo demás. 

En la mayoría de las cartas, Carroll pregunta a los padres cuál es el mínimo de ropa con el que le permiten fotografiar a sus hijas. Les intenta embaucar para que le dejen fotografiarlas desnudas y les insta a que no acompañen a las niñas, que vayan ellas solitas a su estudio. Él comenta que no las recibe en el salón de su casa sino en su propia habitación. También se lleva a algunas a vivir con él durante días o de viaje. Nunca a un grupo, sólo de una en una o de dos en dos. Se refiere a ellas como niñas-amigas (girl-friends, básicamente novias). Es todo muy perturbador. Ya en la época corrían rumores de él y su propia hermana le escribe para decirle que cambie su modo de vida. Muy sospechoso. 

Si te interesa el tema de este libro y la reseña te llama la atención, te lo recomiendo porque no es nada difícil de leer y es muy muy interesante. Si eres muy sensible a la pederastia, aunque no aparezca explícitamente, quizá te haga sentir mal leer este libro. Si Alicia en el País de las Maravillas es tu libro favorito, quizá leer la correspondencia del autor pueda arruinartelo. A la vez puede darte una dimensión nueva de entendimiento del libro. A tu elección lo dejo. Alicia no es mi libro favorito, pero La caza del Snark de Carroll sí que me encanta y ahora tengo sentimientos encontrados. 

Mi valoración: 5/5

     

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