Que no paro de hablar de La brújula dorada (AKA Luces del Norte) de Philip Pullman es un hecho, pero hay una ley no escrita para los fans de la saga: No hablamos de la película. Jamás. Me voy a saltar este principio para compartir contigo por qué el largometraje no merece la pena para nada.
Luces del Norte es la primera novela de la trilogía La materia oscura de Philip Pullman. Se trata de una novela juvenil bastante compleja a la que hay que pillarle el gancho para poder disfrutarla en todo su potencial. Eso ya hace que sea difícil convertirla en película, porque hay que transmitir unas ideas de metafísica, crítica social, moralidad e incluso física cuántica en un lenguaje visual que un público juvenil pueda entender. Me doy cuenta de que era una tarea difícil, pero era un reto que se podía cumplir.
Al leer el título ya sabes que la película no cumplió el objetivo en absoluto en mi opinión (y en la de cualquier otro amante de la saga). Al perderse todos los valores más sutiles y complementarios que transmite el libro, la película se queda en una línea argumental única y muy simplificada en la que cuesta mucho entender la personalidad y motivaciones de los personajes. No sé si la culpa es del que hizo el cásting, del director, o de los propios actores, pero ninguno de los personajes del libro se parece nada a los de la película, que son arquetipos llenos de tópicos que no tienen nada que ver con los de Pullman.
Ni Daniel Craig, ni Nichole Kidman ni la niña que hace de Lyra hacen un buen papel y todos son mucho más planos y melosos que los complejísimos personajes a los que representan. Los efectos especiales están bien hechos, sin embargo hay demasiada pantalla verde para mi gusto, prefiero cuando las películas recurren un poco más al maquillaje, los maniquíes y los decorados en vez de hacer todo por ordenador.
Sin unos efectos visuales convincentes, unos buenos actores, unos personajes desarrollados y, sobre todo, sin entender el mensaje que el autor quiere transmitir a los lectores (más acerca del particular en otra entrada en el futuro) la película se queda en una única línea argumental bastante insustancial de por sí y muy pobre teniendo en cuenta la obra maestra en la que se basa.Quizá odio esta película más que otras muchas por lo mucho que siempre me ha gustado la trilogía de La materia oscura y la enorme decepción que me llevé cuando fui a verla al cine. No me extraña nada que no siguieran convirtiendo los otros dos libros en películas, porque mancillaron el primero pero bien.
Pero no está todo perdido para nosotros! Mencioné el otro día que la BBC va a hacer una miniserie basada en los libros de Pullman. Como todo lo que hace la BBC, confío en que será de una calidad excepcional y esté bien asesorada por el autor.
¿Has visto la película? ¿Has leído el libro? Y más importante de todo ¿Te ha tocado la lotería?
¡Hola!
ResponderEliminarPues fíjate que me pasa al revés, la película me gustó más que el libro, y eso que para mí no es ni será un clásico del cine. El argumento de la novela, con una fantasía desbordante, eso sí, me pareció que tenía una estructura propia de las telenovelas. No sé, o me sentí inspirado cuando la leí o se me presentó el Dios de la lectura, porque era capaz de adivinar todo lo que iba a pasar.
En fin, es muy bueno para la literatura las diferentes opiniones con respecto a los libros :D
¡Un beso y Felices Fiestas!
No me lo puedo creer!! La brújula dorada es mi Biblia jajaja La verdad es que la traducción al español no es que sea maravillosa y además entiendo que no todo el mundo tiene por qué estar de acuerdo con los valores que transmite el autor!
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